Desde épocas muy remotas se conoce la importancia de la sal para
la vida, pero hoy en día también sabemos que puede ser nefasta para la salud si
se consume en exceso.
Nuestro cuerpo solo necesita una pequeña cantidad de sal para funcionar
de forma adecuada. La ingesta de sal es fundamental para:
- Controlar la cantidad de agua del cuerpo humano, manteniendo el PH de la sangre.
- Regular los fluidos del cuerpo.
- Introduciendo agua en el interior de las células para tener el cuerpo hidratado.
- Ayuda a transmitir impulsos nerviosos y a la relajación muscular.
Pero demasiada sal afecta a los riñones que
son los mayores reguladores de sodio en la sangre. Un exceso de sal no lo
eliminan lo riñones, sino que se acumulan en la sangre, atrayendo el agua e
incrementando el volumen de sangre. Esto provoca que el corazón funcione más
rápido, elevando la presión y su vez produciendo hipertensión arterial, entre
muchos otro problemas. Por ello, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y
otras instituciones sanitarias, tras llevar a cabo estudios que demuestran las
necesidades del sodio para llevar una vida sana pero en cantidades pequeñas llegando al acuerdo de
que el consumo máximo diario no debería superar los 5gr.
Las sal como factor esencial en la vida de
los seres vivos ha estado presente en toda nuestra evolución. Pero es en el imperio romano donde esta
sustancia coge un nuevo estatus al ver que no solo puede servir como condimento.
Julio Mangas y Mª del Rosario Hernando, en su
libro la sal en la Hispania Romana,
realizan una estimación de la cantidad de sal por persona en el poblado de Chamartín
de la Sierra (Ávila). El estudio de la población se realizó en la necrópolis
donde aparecen tras las excavaciones 2.200 sepulturas.
Este estudio puede servir como guía para hacernos una idea del
consumo de sal en las ciudades de la Hispania romana. Otros estudios de la estimación de sal en el imperio romano puede
ser el llevado a cabo por Giovannini, en 1978, en la roma republicana donde
sostiene que la cantidad de sal por persona era de 28-30 kg. Ya Catón menciona en sus escritos la dieta de
sal para los esclavos siendo esta de 18,5 gramos por día.
El estudio del consumo de sal de los animales fue llevado a cabo
por Fernández Nieto, en 2005, titulado Roma
y la explotación de la sal en la Hispania, donde analiza la ingesta de sal
durante la trashumancia.
Firmado por:
Luís Machado
Bibliografia:
- Mangas,J. y Hernando, Mª del Rosario (2011): La sal en la Hispania romana, Arco/Libros S.L., Madrid.
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