Salinae es la única salina marina
de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio Romano,
gracias al cual, y por su excelente estado de conservación, se ha podido
entender el sistema constructivo, el funcionamiento de las salinas romanas y el
método de producción de la sal.

Centrándonos en la estructura y
teniendo en cuenta que el yacimiento no se ha excavado en su totalidad, podría decirse
que este tiene una superficie mínima de unos 8.500 m2 y con una
orientación SE-NO. La arquitectura de la salina está definida por las
alineaciones de piedras hincadas formando cubetas en las que se decantaría la
sal por evaporación solar del agua del mar. Dependiendo del escalón de la
salina en el que se encuentren, estas son de distintas dimensiones y formas,
siendo el más alto el mejor conservado, con un total de siete cubetas completas
rectangulares de unos 2,4x4,7m.

Dentro del marco cronológico del
yacimiento se han podido establecer cuatro momentos históricos, que datan desde
el siglo I a.C. al IV d.C.:
- Época Republicana-Altoimperial (Siglos I a.C.- I d.C.): es el nivel más antiguo, perteneciente a la arena de playa, donde se han documentado abundantes fragmentos de ánfora (vinarias itálica y bética) y corresponde a un uso portuario de la zona de ámbito comercial.
- Época Altoimperial (Siglos I-II d.C.): fase de
explotación. continúa el uso portuario y se produce la construcción de la
salina sobre el propio nivel de la playa, por lo que estuvo muy afectada
por la erosión del mar y el viento. Su desarrollo posiblemente esté relacionado
con una factoría de salazón de esa misma época documentada en la zona y
con el poblado romano de O Castro, activo hasta el siglo III d.C.
- Época Bajoimperial-Tardorromana (Siglos III-IV
d.C.): continua la relación entre la población del asentamiento y la
salina hasta que el primero se abandona y la salina comienza a abandonarse
poco después. Esto también coincide con una bajada del nivel del mar y la
progresiva sedimentación natural de tierras y arcillas procedentes de la
ladera sobre el yacimiento, y con la acción del ser humano por deforestación
y agricultura, que también afectaron a la transformación del patrón de
asentamiento vinculado al desarrollo de una gran área industrial en la
ensenara de Vigo.
Desde el inicio de la Edad Media
hasta su descubrimiento arqueológico continuó el proceso de sedimentación natural
incrementando el desarrollo estratigráfico del suelo del solar, y sin volver a
encontrar evidencias de ocupación humana hasta época contemporánea.
El yacimiento fue descubierto en
1998 gracias al plan de construcción de un centro de salud, lo que provocó una
importante reforma en el proyecto constructivo con el nuevo fin de conservarlo in situ y musealizarlo, inaugurando así
en 2008 el Museo de las salinas romanas
Salinae y Centro Arqueológico do Areal, situado en el subsuelo bajo en
Centro de Salud Rosaía de Castro. Además, no se trata de un emplazamiento
aislado, sino que forma parte de un conjunto arqueológico dentro de los orígenes
de Vigo, junto con el yacimiento de O Castro, la villa romana de Toralla y el
Museo do Mar.

2. Dos mil años de historia del yacimiento
3. La sal en la historia
4. Sal para salazones y salsas
5. Un paisaje reconstruido de las cercanías
de la salina
6. La salina romana (reconstrucción)
7. Historia de la sal (Usos y recetas)
8. La sal después de Roma.
Firmado por:
Natalia García Enríquez
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