Ya antes de llegar los romanos, los fenicios desarrollaron
una importante producción de la sal, la cual llegaba hasta Atenas desde los
siglos V y IV a.C. Las conservas saladas se producían en el Círculo del
Estrecho.
Las primeras referencias sobre estas salinas se encontraron
en los siglos XIII y XIV en las primeras crónicas medievales. En ellas hacen
referencia a salinas de evaporación solar sobre marismas cuya actividad
asociaba a las crecientes demandas del pujante sector pesquero.
Debido a la escasa información, se han realizado análisis
geoarqueológicos y paleoambientales del medio sobre el que levantaron esas
salinas. Así pues, es posible localizar y reconocer los escasos restos
materiales que se pueden conservar de sus estructuras. Para ello, comenzaron realizando un breve análisis de los
principales métodos y técnicas utilizadas para la producción de la sal marina,
algo que en este blog ya hemos hecho.
Tras este breve análisis, deducen que estas salinas fueron
explotadas tanto en salinas sobre roca como sobre fango. Esto lo podemos saber
gracias a las huellas sobre la roca, que aunque se encuentra devastada
actualmente por ser una antigua cantera moderna, permite aún visibilizar
algunas marcas.
Tras este trabajo más analítico, procedieron a dejarlo en
manos de la gearqueología para comprobar la coincidencia espacio-temporal de
tres factores fundamentales, a saber: La presencia de condiciones naturales
adecuadas para la producción de sal, la existencia desde la antigüedad de
marismas suficientemente desarrolladas como para poder labrar en ellas las
salinas y la localización de indicadores arqueológicos que evidencien esta
actividad.
En primer lugar, respecto a las condiciones naturales de la
bahía de Cádiz, cabe destacar que se conformaba como un gran humedal con
marismas desarrolladas en las que se encajaban el río Guadalete y los caños
mareales, dibujando un paisaje marismeño provisto de inmejorables condiciones
climáticas. La presencia de mareas favorables, condiciones climatológicas de
insolación, temperaturas moderadas, precipitaciones de unos 650 mm/año y el
viento del levante, permitían tanto entonces como ahora el proceso de
evaporación del agua hasta el punto de la cristalización de los cloruros.
Huella dejada por un antiguo muro de contención de salina. En el centro se encontraron materiales cerámicos constructivos de mayor porte que ha permitido la mejor conservación de la estructura. |
Los indicadores arqueológicos, por otra parte, indican varias
alineaciones de ánforas romanas superpuestas entre sí formando una estructura
de 1,5 m de altura y varias decenas de metros de longitud. Se localizaron en
una disposición paralela al caño de alimentación y a la costa, junto a un
antiguo canal mareal. Hasta el momento en el que se estudiaron, se pensaba que
podría tratarse de parte de la estructura de un antiguo embarcadero, sin embargo,
su escasa potencia, su situación y emplazamiento, su tipología constructiva
(sobre una antigua marisma, a base de póster de maderas clavados en el fango,
piedras y ánforas) y su posición relativa con respecto al nivel del mar actual
(inundada con la marea alta, sin llegar a quedar totalmente cubierta y
completamente emergida con la marea baja), llevan a relacionar esta estructura
con la misma función que actualmente cumple, como muro de contención separando espacios
anteriores de una salina.
En la actualidad, el parque natural de la bahía de Cádiz es
una demostración de las condiciones naturales tan favorables que permiten
desarrollar en esta zona una buena extracción de la sal.
fuente: http://www.cadizturismo.com/gastronomia/ruta-de-la-sal/ |
Firmado por:
Laura Pascual Fernández.
BIBLIOGRAFÍA:
Alonso Villalobos, C., Gracia Prieto, J., &
Ménanteau, L. (2003). Las salinas de la bahía de Cádiz durante la Antigüedad:
Visión geoarqueológica de un problema histórico. SPAL 12 , 317-332.
Alonso, Carlos; Gracia, Francisco Javier y Benavente,
J. (2000): Las marismas, alfares y salinas como indicadores para la restitución
paleotopográfica de la bahía de Cádiz durante la antigüedad, XVI Encuentros de Historia y Arqueología.
Las industrias alfareras y conservas Fenicio-Púnicas de la Bahía de Cádiz. San
Fernando.