Algunos historiadores consideran
que el origen de Roma está relacionado con el comercio de la sal, quizás no se
trate de un hecho aislado o del único causante de la formación de dicha ciudad,
pero sí de uno de los determinantes por los que se seleccionó este lugar. Esto,
por ejemplo, se observa cuando Livio intentaba, en sus escritos, explicar las
razones del crecimiento de Roma que, aunque no hacía mención expresa sobre la
sal, si comentaba el buen emplazamiento en el que se localizaba para el
comercio. Decía así:
Con toda razón, los dioses y los hombres
tomaron la decisión de elegir este lugar para fundar la ciudad, con colinas
saludables, con un rio cercano por el que bajan los productos del interior y
por el que se reciben los abastecimientos marítimos, cómodo por su vecindad al
mar, pero no expuesto a los peligros de las flotas extranjeras por su excesiva
cercanía, un lugar situado especialmente para el crecimiento de una ciudad. La
prueba es la gran magnitud de esta ciudad tan buena.
Foro Boario de Roma |
También es cierto que, no se pueden
entender los orígenes y la localización de Roma sin mencionar el Foro Boario, área
de mercado más antigua de la ciudad y la cual se estableció en el punto
perfecto en el que confluían los caminos que atravesaban el valle del rio Tíber
y que conectaban la Etruria con la Campania, zonas dominadas por los etruscos y
los griegos. En este cruce de caminos se encontraba la isla Tiberina,
frecuentada por mercaderes griegos ya en la época de la fundación de la ciudad
a mediados del siglo VIII a.C. La ribera del Tíber dio lugar al puerto fluvial
(portus Tiberinus), abierto a los
extranjeros y, por tanto, fuera del perímetro de la ciudad y de las murallas
Servianas.
Vía Salaria (gris) |
La sal que llegaba a Roma lo hacía
por dos caminos distintos: la vía fluvial del Tíber hasta su desembocadura
donde se localizaban las salinas de Ostia y la Vía Salaria, una calzada romana
que comunicaba la ciudad con las costas de Campania. Esta partía de la puerta
Salaria de la muralla Aureliana y llegaba hasta el puerto de Ascoli, en la
costa del mar Adriatico, recorriendo 242 kilometros de distancia y pasando por
otras localidades. Además, como es de esperar, debe su nombre a la palabra
latina que designa a la sal, al ser
la ruta utilizada por los sabinos, antes de la fundación de Roma, para
transportar dicho producto hacia el rio Tíber.
De esta forma, el Foro Boario se
convirtió en el mayor centro de distribución de sal, básica para muchas aldeas
y ciudades latinas de toda la Península, convirtiéndose en un pujante puerto
comercial dentro de la Ruta de la Sal y jugando un papel esencial en el
desarrollo urbano. Se piensa que en sus inicios se trataba de un mercado de
ganado y otros productos, pero destacaba sobre todo la sal, al ser
imprescindible para la subsistencia de las poblaciones del interior, que
acundian a diario a él para poder adquirirla.
Este modelo de red de comercio de
la sal entre Roma y las ciudades italianas se aplicó posteriormente al resto de
provincias, siempre y cuando hubiese ciudades provinciales cerca de las salinas
o convertidas en almacenes de sal para el abastecimiento de la población del núcleo
urbano central y de las aldeas de su territorio, al igual que la capital. Pero,
este hecho resultaba tan cotidiano y asumido, que los autores antiguos rara vez
lo mencionaron.
Templo de Hércules en Roma |
También mencionar que el comercio
de la sal, al igual que el resto de comerciantes, tomó como su protector al
dios Hércules, encontrándose en el Foro Boario de Roma un importante espacio sagrado
consagrado a este dios y sobre el cual se construyó el Ara Máxima. En Hispania
hubo una difusión semejante de este culto, constatándose tanto en el interior
de algunas ciudades entorno a un ara, como Tucci
(Martos, Jaén), como en cruces de caminos o junto a vados de ríos.
Firmado por:
Natalia García Enríquez
BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA
- Espada Rodríguez, Julián (2013): Los dos primeros tratados romano-cartagineses. Edicions Universitat Barcelona.
- Mangas, Julio y Hernando, Mª del Rosario (2011): La sal en la Hispania romana. Arco/Libros S.L. Madrid.
- http://sombrasdetinta.blogspot.com.es/2012/08/la-republica-el-foro-holitorio-y-el.html
¡Hola!
ResponderEliminarMe ha resultado una entrada muy didáctica, ya que muestra la gran relevancia de un producto como la sal, en momentos tan tempranos de la civilización romana. Asimismo, me ha llamado mucho la atención cómo complementa a otras entradas de este blog al ser un ejemplo concreto del comercio y el transporte de la sal
Enhorabuena.
Este tema me parece bastante complicado de tratar y por las entradas que he visto habéis conseguido estructurarlo de una muy buena forma y dividirlo.
ResponderEliminarExcelente la relación entre el origen fundacional de Roma con el simbolismo de la sal para ésta. De esta forma, tu entrada se complementa bastante con la de tu compañera de blog Laura sobre el uso ritual de la sal. Con ello resaltáis unos orígenes mucho más materialistas de todo mito o creencia religiosa que llegaron a convertirse en leyes sagradas para aquellas sociedades que se estudian. Es importante en arqueología destripar por fin toda etiqueta "rituálica" cuando no se logra entender o identificar algo.
ResponderEliminarMis alabanzas al trabajo. Un abrazo.
¡Hola!
ResponderEliminarFelicidades por el blog. El tema que habéis escogido, es decir, la sal, me parece especialmente atractivo.
Un Saludo
Itziar Sánchez Romero