En mi anterior entrada, describí otros usos de la sal menos
comunes o, más bien, menos conocidos, como el uso de la sal en agricultura para
repeler plagas, en ganadería para aumento de calidad y cantidad de leche (así
como mejorar su conservación) y, para el secado de las pieles. Todos estos
casos los podemos observar en la actualidad en algunos contextos sociales
menores donde la industria no ha entrado tan de lleno y, de esta manera podemos
imaginar cómo lo hacían 2000 años atrás.
En esta entrada, os voy a describir un último uso alternativo
de la sal en la Antigua Roma: el uso ritual. También podemos encontrar esta
modalidad en contextos presentes, como ya veremos.
La sal era utilizada en diferentes ritos y sacrificios
religiosos, sobre todo en forma de mola
salsa. Esto consiste en mezclar la misma cantidad de sal y harina (y agua),
de tal forma que quede una masa que para ser digerida ha de cortarse con un
cuchillo.
Un pan carbonizado de pan romano de Pompeya, Museo Arqueológico Nacional, Nápoles. Beatrice (2006). |
Ovidio, en los Fastos, menciona:
“Conviene que
ofrezcáis a la diosa la espelta y el honor de la sal que chisporrotea, y granos
de incienso en los viejos fuegos…”.
Como vemos en este ejemplo, la sal no era un mero ingrediente
de la mola salsa, de hecho… ¿habéis probado a hacer un “pastel” con la misma
cantidad de sal que de harina? No creo que sea un sabor muy agradable.
Entonces, ¿por qué lo harían? Como bien vemos en el ejemplo, Ovidio dice “honor
de la sal” puesto que el hecho de ser fundamental en la vida cotidiana supuso
la idealización de esta materia, llegando a ser sagrada. Esto es algo que
podemos ver hoy en otro tipo de rituales, sobre todo supersticiosos.
Por otro lado, en el mundo cotidiano, podemos encontrar
también evidencias de rituales con sal. La religión romana doméstica era de
culto obligatorio, periódico, intimo y ceremonial. Para llevarla a cabo
existían (y existen como veremos a continuación) los lararios, que gracias a Ovidio sabemos que existían antes que las
dataciones arqueológicos, desde tiempos arcaicos. No obstante, los restos de
Pompeya que debido al volcán del año 79 d.C se encuentran muy bien conservados,
nos permiten vislumbrar algunos detalles de estos lararios que mencionaba
Ovidio en sus obras.
Lararium de Pompeya, foto de 2006 en pompeiiinpictures.com |
Se trata de un altar sagrado donde, entre otros objetos
esenciales, se encuentra lo que denominaban salinum,
que en apariencia es como un salero, que se utilizaba como elemento purgante
que conservaba las cosas impidiendo su corrupción. Este tipo de ritos, siguen
haciéndose hoy, en algunos contextos. De hecho, sin ser una herencia por
tradición oral, existen personas que los llevan a cabo hoy por herencia
escrita. Es el caso de Cultus Deorum, una página web que no sólo informa de los
ritos antiguos romanos, sino que se dirige a un público que desee practicarlos.
Como podemos ver, las dimensiones sociales de la sal traspasan la frontera de la utilidad. Pero... ¿cómo no? Si la sal suponía una de las principales bases de comercio y economía, y entre sus propiedades se encuentra la de conserva, algo que sin conocimiento de química debía suponer una especie de "milagro".
Con todo, así concluyo con los usos alternativos de la sal. Espero que os haya gustado, ¡hasta la semana que viene!
Firmado:
Laura Pascual Fernández
Bibliografía:
Donoso Johnson, Paulo (2009): El culto privado en la religión romana: Lares y Penates como custodio de la Pietas Familis. Revista electrónica Historia del Orbis Terrarum, vol. 3, Santiago (España).
Mangas, Julio y Hernando, Mª del Rosario (2011): La sal en la
Hispania romana, Arco/Libros S.L., Madrid.
http://derecoquinaria-sagunt.blogspot.com.es/2010/05/la-mola-salsa-y-la-muries-tarea-de.html
Me ha parecido una entrada muy interesante. Claramente la sal podria haber tenido un valor sociocultural lo mismo de importante que su valor economico. Muy bien planteado!
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